domingo, 6 de junio de 2010

Rezo a Merced


Es en las noches de luna llena de abril
cuando un mecer tranquilo y apacible
lleva a su madre por las calles de San Roque.
Es en hombros de un grupo de mujeres
con garra, sueños y fe
que Merced camina tras su hijo apresado,
tras su hijo el Cautivo,
ese que camina presto para ver a su gente.
Ese que erguido pasa perdonando a todos.
Y es a ti Merced
que encomiendo mi alma cada miercoles santo.
Porque no hay otra que mas fuerza me de en mi llanto.
No hay otra que haga temblar mis quebrantos.
Oh, Merced y solo tu
eres la que llena de calor mi razon de ser.
Cuida de todos a los que amo sobre todo,
cuida a tu hijo Cautivo
el que un dia fue apresado
y aquel que un dia...fue crucificado.
He dicho.

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